Hatfields & McCoys

Hatfields & McCoys (2012) se trata de una miniserie que consta de tres capítulos, basada en dos familias norteamericanas que, entre 1878 y 1891, protagonizaron una guerra privada que involucró a los condados y estados de Kentucky y Virginia Occidental. El conflicto forma parte de la cultura popular y es totalmente inevitable relacionar el nombre de estas familias y el de sus dos jefes Anderson ''Devil Anse'' Hatfield (1839-1921), y Randolph McCoy (1825-1914), interpretados en la serie por Kevin Costner y Bill Patxon respectivamente, que han pasado a la historia en conjunto sin tener ninguna intención de ello.

Estas familias vivían en el límite de ambos estados y eran vecinas, incluso emparentadas, sólo divididas por el río Tug Fork, e incluso lucharon en el mismo bando por el sur en la guerra civil norteamericana. Sin embargo, ello no evitaría que se produjese una guerra entre ambas. El primer conflicto entre ambas familias fue el asesinato de Asa Harmon McCoy a manos del tío de ''Devil Anse'' Jim Vance en 1865. En 1878 se llevaría a cabo un juicio para decidir la pertenencia de un cerdo a una familia u otra, acabando por resolverse a favor de los Hatfields. Dos años más tarde, el dueño del cerdo sería asesinado por dos hermanos McCoy que alegarían defensa propia una vez llegado el juicio. En 1882 el hermano de Ephraim Hatfield, Ellison sería asesinado por tres de los hijos de William McCoy, los cuales fueron condenados a muerte por los Hatfield, llevándose a cabo su ejecución a manos de estos varios días más tarde. A partir de entonces el conflicto se volvería mucho más sangriento. El resto de él forma parte de la historia. Si os interesa, no puedo más que recomendaros la serie. Eso sí, que nadie espere aquí un clásico de Hollywood con final feliz. El hecho de que esté basado en hechos reales confirma que nos encontramos ante un duro retrato de la realidad, como bien se puede apreciar en sus personajes (retratados casi con perfección en diálogos en los que no parece sobrar absolutamente nada) y en como se relacionan con el resto:

Por ejemplo, Anderson Hatfield se representa como un cabeza de familia inteligente y pragmático que no duda en asesinar a un hombre ya sea para evitarle dolor o para no dejar testigos. Además, se sitúa como un punto medio entre su tío Jim Vance, belicoso e inestable, alguien que no duda en recurrir a las armas para resolver cualquier clase de problemas, como demuestra al asesinar a Harmon McCoy dando comienzo al conflicto por simple orgullo; y su hermano Ellison, que opina que uno no debe tomarse la justicia por su propia mano, y cuyas últimas palabras, dirigidas a su hermano son: ''Let the law handle it''. Así, a lo largo de la serie, tras perder a sus dos puntos de referencia, deberá situarse como un punto medio entre ambos, consiguiendo encontrar redención al acabar con la guerra, y evitando así convertirse en un soberbio infeliz.

Mucha peor suerte corre Randolph McCoy, profundamente religioso y completamente fiel a la ley, que confía en  el hacer de Dios, pero según avanza la guerra y va perdiendo cada vez más familia, se ve incapaz de encontrar sentido a tanta muerte. Al pasar los años, incapaz de cumplir la promesa de traer luz eléctrica al hogar para su mujer, como le había prometido, trayendo en su lugar nada más que muerte y tristeza, acaba perdiendo la razón cuando su mujer es ingresada en un psiquiátrico. Así, se une a la que será la última batalla entre ambas familias al grito de ''The law be damned! God be damned!''. Es un hombre sin esperanzas, con los sueños rotos. En la última escena en la que aparece, el mismo provoca un incendio en el que morirá al quemar todos los recuerdos de su familia. No, el fue incapaz de encontrar redención.

Tampoco hay lugar para amores shakesperianos, como perfectamente podría haber sido el caso de Johnse Hatfield y Roseanna McCoy, ambos hijos de los cabeza de familia. Enamorados perdidamente, deciden comenzar una relación en medio del conflicto, algo que ninguna de las familias consentirá, lo que casi le cuesta la vida a Johnse. Rechazada por su familia, Roseanna se ve obligada a vivir junto a los Hatfield, que al final también terminarán rechazándola. Entonces, embarazada y sin ningún lugar al que ir, los Hatfield le presentarán a Johnse una dura decisión: O su familia o Roseanna. Johnse, un total cobarde, dejará a Roseanna abandonada, quien se irá a vivir con su tía a una especie de exilio del que no saldrá. Pocos años después, Johnse se casará con una prima de Roseanna, Nancy McCoy, quien deseosa de venganza buscará en el mujeriego Johnse una oportunidad para conseguir información sobre los Hatfield. Cabe añadir que Johnse, si bien había presenciado el asesinato de algunos McCoys, en ningún momento llega a ayudar en ellos. Así, Nancy recibirá información que hará que la fidelidad de Johnse a su familia sea puesta en duda, obligando a ''Devil Anse'' a decidir si asesinar a su propio hijo o no, lo que dará lugar a la mejor escena de toda la miniserie. Es un lujo poder observar a Johnse pescando y hablando con su padre sin tener en absoluto idea de que su padre tenía intención de matarle. Gran observación la de Johnse quien, al reírse su padre tras contarle una vieja anécdota, expone que hacía demasiado que no veía a un Hatfield sonreír por algo que no fuera la muerte de un McCoy.

Hay muchos más personajes memorables en esta gran miniserie, como el cazarrecompensas Frank Philips y su sed de poder, el hijo disminuido mental de Ellison ''Cottontop'' o el ambicioso abogado Perry Cline y su amor incondicional por Roseanna. Sin embargo, apenas ninguno de estos personajes parece ser feliz durante los acontecimientos que ocurren durante el conflicto. Y es que en un mundo en el que el orgullo vale más que la vida, hacen falta más de diez años para darse cuenta que el orgullo no recuperará ni la felicidad ni las vidas perdidas en una absurda guerra basada en la soberbia.