jueves, 17 de mayo de 2012

Beligerancia social

"El pueblo no debería temer al gobierno, el gobierno debería temer al pueblo". 
V de vendetta

Todos conocemos la actualidad en la que estamos envueltos. Envueltos en un papel de regalo que nosotros mismos les hemos dado a aquellos que nos envuelven cada vez con mas fuerza. La sociedad se destruye desde el primer al último escalón, y nosotros únicamente esperamos a que alguien los repare. Pocos son aquellos que se echan a las calles, a reclamar los derechos por los que luchamos no hace mucho tiempo, derechos que se escribieron con tinta roja a fin de perdurar la estabilidad que tanto ansiábamos. A día de hoy,  no hemos recurrido a la racionalización, y dudo que lo hagamos, ya que esta surgió con el fin de que cada uno tomara lo que le correspondiera, cosa que nadie respeta, empezando por aquellos que deberían de dar ejemplo.
En Japón, la única persona que no debe reverenciarse ante el emperador es el profesor, pues según los japoneses, en una tierra donde no hay profesores, no puede haber emperadores. Nuestros "emperadores", han preferido minar las condiciones laborales de estos, a fin de no verse afectado ellos mismos. Somos el cisne de papiroflexia con el que un niño con tijeras juega. La conocida frase del carismático Vito Corleone vendría de perlas en este momento; "siempre me he negado a ser muñeco movido por los hilos de los poderosos" , aunque esta frase escuchada a mano de pistola es bastante posible que tenga un efecto mas sonoro... nuestra única arma hasta el momento, ha sido una espada llamada "democracia" , que ahora mas que nunca se encuentra clavada en la piedra, y nuestro Rey Arturo ha perdido el interés por la empuñadura de ésta, priorizando el blanco tenue del marfil.

Con la ausencia de Merlín, o de algún tipo de Pepito Grillo que nos guie, nuestro país necesita cada vez más el apoyo de todos y cada una de las personas que lo componemos, y es necesaria la eliminación de los lastres que retrasan nuestro avance, es necesario que los de abajo paremos en seco, para que los de arriba caigan, y de esta manera, empezar con la filosofía de martillo de Nietzsche, a fin de conseguir destruir los pilares de la hipocresía de nuestra sociedad, y que el prestigio de nuestra nación vaya mas allá de levantar una copa cada cuatros años, y que así nuestro país deje de ser "el malote" de la clase, aquel que solo aprueba educación física y religión.

La mejor excusa para esto, es que todo esto es un problema que tenemos desde hace tiempo, y ahora vienen las repercusiones... es una complicada ecuación matemática donde las haya, donde la mayor de las incógnitas es porque " la empresa" de Dios sigue obteniendo el mejor beneficio de todo esto, mientras que las generaciones jóvenes, nos peleamos como si de una cruzada se tratase, a fin de tener el lujo de seguir estudiando. Quizá, el motivo de todo esto, es que cuando no sepamos coger un libro, o no tengamos que llevarnos a la boca, al menos sigamos sabiendo el padre nuestro, y la única solución posible sea que Dios nos devuelva el favor, y lleve a cabo el milagro que todos estamos esperando.

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