''La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores.''
Noam Chomsky, Armas silenciosas para guerras tranquilas
Hace poco escuchábamos en las noticias que el gobierno del señor Rajoy se dispone a implantar una reforma educativa, que tomará medidas como reducir la ESO a tres años, y ampliar el bachillerato a tres años, por lo que el primer año de bachillerato tendrá tres asignaturas comunes y el resto, hasta 10 u 11, serán específicas de cada rama.1Así que dentro de poco, presenciaremos como adolescentes de 15 años se ven obligados a decidirse tan prematuramente entre ciencias o letras.
Tras leer las medidas de esta reforma, sale a debate el tema de la especialización. Por la red circulan oraciones como esta: ''La especialización es tal, que cada vez sabemos más acerca de menos, y llegará el día en que sepamos absolutamente todo sobre absolutamente nada.'' Con una afirmación tan peligrosamente cierta, es casi obligatorio plantearnos la siguiente pregunta: ¿Es realmente necesaria la especialización a la que se ven sometidos hoy en día los alumnos de secundaria, nuestros hijos, el futuro de nuestro país?
Esta pregunta tiende a ser contestada con una rápida respuesta que, a primera vista, parece evidentemente verídica. Se suele decir que los alumnos deben especializarse en las materias correspondientes a la carrera que vayan a estudiar en la universidad, pues si no tendrán carencia de la base de conocimientos necesaria para esa carrera en particular. Y sin embargo, esta respuesta es totalmente falsa, como bien demuestra el hecho de que ''Los estudiantes provenientes de bachiller podrán acceder a cualquier titulación universitaria en igualdad de condiciones, independientemente de la modalidad de bachillerato cursada. Sólo en caso de empate, tendrá preferencia para acceder a una titulación aquel cuya materia de modalidad de la fase general de PAU esté vinculada a la rama de conocimiento a la que esté adscrita dicha titulación.''2 Esta última afirmación también desmiente la leyenda urbana de que los estudiantes del bachillerato de ciencias tienen más facilidad para acceder a las carreras pertenecientes a la rama de letras que la que tienen los pertenecientes al bachillerato de letras de acceder a las carreras pertenecientes a la rama de ciencias, pues normalmente tienden a tener mejores calificaciones.
Incluso sin tener en cuenta lo anterior, la especialización no ha hecho más que aumentar los problemas de los estudiantes de secundaria. Los alumnos de bachillerato se ven obligados a cursar materias en una excesiva profundidad, aún cuando ni siquiera van a requerir esos conocimientos en la universidad, por ejemplo, un alumno que quiere estudiar medicina, está forzado a estudiar Ciencias de la Tierra y el Medioambiente o Matemáticas, sin necesitar ninguna de estas.
Además, tanto los de la rama de ciencias como los de la rama de letras han sufrido una bajada en su nivel de expresión, aparte de padecer una mecanización por la cual tienen dificultades a la hora de realizar tareas no prácticas. Es sabido que los alumnos tienen más dificultad a la hora de elaborar una valoración crítica que de realizar la primera parte de un comentario de texto, una tarea mucho más mecánica, por lo que la afirmación anterior quedo reafirmada, valga la redundancia. Quizás esto se deba al actual empobrecimiento de las letras, el cual es incluso reconocido en la nueva reforma educativa del señor Rajoy3, debido a la innecesaria unión de lengua y literatura en una sola asignatura, o la reducción del horario de asignaturas como filosofía e historia, entre otras cosas, y es que hoy en día todo lo que tenga que ver con las letras está mal a ojos del Dios Mercado, que se ha encargado de desprestigiarlas.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, es evidente que la especialización es innecesaria y contraproducente, y sin embargo, el gobierno la promueve. Para buscar la razón de esto, debemos recurrir al concepto marxista de ideología, cuyo papel es actuar de anestesia para mantener estables las relaciones sociales, proporcionando el mínimo consenso social necesario mediante la justificación del predominio de las clases dominantes y del poder político, como bien manifiesta Chomsky en ''10 Estrategias de Manipulación a través de los medios.'' Así, el gobierno fomenta esta clase de medidas, que hacen que los estudiantes sean incapaces de llevar a cabo valoraciones críticas, y que cada vez sepan más de menos, de manera que el gobierno no tenga que sufrir críticas ni revoluciones, para que el poder siga en manos de las clases dominantes.
Esto ya ha sido denunciado anteriormente por personas como Eduardo Galeano, en cuya colección de ensayos políticos, sociales y filosóficos escritos, Días y noches de amor y de guerra, se podía leer lo siguiente: ''Por eso la revista denunciaba un sistema de valores que sacraliza las cosas y desprecia a la gente, [...].'' Nuestro gobierno trata de cosificarnos. Nuestro gobierno ansía una sociedad en la que todos seamos simples engranajes dentro de una gran maquinaría, sin hacer nada más que cumplir nuestra función, sin capacidad para quejarnos e intentar luchar por nuestros derechos. Por eso nuestro gobierno se ha enfrascado en una guerra contra nosotros para intentar alcanzar esa sociedad. En nuestras manos está evitar que se conviertan en el bando ganador.
Hace poco escuchábamos en las noticias que el gobierno del señor Rajoy se dispone a implantar una reforma educativa, que tomará medidas como reducir la ESO a tres años, y ampliar el bachillerato a tres años, por lo que el primer año de bachillerato tendrá tres asignaturas comunes y el resto, hasta 10 u 11, serán específicas de cada rama.1Así que dentro de poco, presenciaremos como adolescentes de 15 años se ven obligados a decidirse tan prematuramente entre ciencias o letras.
Tras leer las medidas de esta reforma, sale a debate el tema de la especialización. Por la red circulan oraciones como esta: ''La especialización es tal, que cada vez sabemos más acerca de menos, y llegará el día en que sepamos absolutamente todo sobre absolutamente nada.'' Con una afirmación tan peligrosamente cierta, es casi obligatorio plantearnos la siguiente pregunta: ¿Es realmente necesaria la especialización a la que se ven sometidos hoy en día los alumnos de secundaria, nuestros hijos, el futuro de nuestro país?
Esta pregunta tiende a ser contestada con una rápida respuesta que, a primera vista, parece evidentemente verídica. Se suele decir que los alumnos deben especializarse en las materias correspondientes a la carrera que vayan a estudiar en la universidad, pues si no tendrán carencia de la base de conocimientos necesaria para esa carrera en particular. Y sin embargo, esta respuesta es totalmente falsa, como bien demuestra el hecho de que ''Los estudiantes provenientes de bachiller podrán acceder a cualquier titulación universitaria en igualdad de condiciones, independientemente de la modalidad de bachillerato cursada. Sólo en caso de empate, tendrá preferencia para acceder a una titulación aquel cuya materia de modalidad de la fase general de PAU esté vinculada a la rama de conocimiento a la que esté adscrita dicha titulación.''2 Esta última afirmación también desmiente la leyenda urbana de que los estudiantes del bachillerato de ciencias tienen más facilidad para acceder a las carreras pertenecientes a la rama de letras que la que tienen los pertenecientes al bachillerato de letras de acceder a las carreras pertenecientes a la rama de ciencias, pues normalmente tienden a tener mejores calificaciones.
Incluso sin tener en cuenta lo anterior, la especialización no ha hecho más que aumentar los problemas de los estudiantes de secundaria. Los alumnos de bachillerato se ven obligados a cursar materias en una excesiva profundidad, aún cuando ni siquiera van a requerir esos conocimientos en la universidad, por ejemplo, un alumno que quiere estudiar medicina, está forzado a estudiar Ciencias de la Tierra y el Medioambiente o Matemáticas, sin necesitar ninguna de estas.
Además, tanto los de la rama de ciencias como los de la rama de letras han sufrido una bajada en su nivel de expresión, aparte de padecer una mecanización por la cual tienen dificultades a la hora de realizar tareas no prácticas. Es sabido que los alumnos tienen más dificultad a la hora de elaborar una valoración crítica que de realizar la primera parte de un comentario de texto, una tarea mucho más mecánica, por lo que la afirmación anterior quedo reafirmada, valga la redundancia. Quizás esto se deba al actual empobrecimiento de las letras, el cual es incluso reconocido en la nueva reforma educativa del señor Rajoy3, debido a la innecesaria unión de lengua y literatura en una sola asignatura, o la reducción del horario de asignaturas como filosofía e historia, entre otras cosas, y es que hoy en día todo lo que tenga que ver con las letras está mal a ojos del Dios Mercado, que se ha encargado de desprestigiarlas.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, es evidente que la especialización es innecesaria y contraproducente, y sin embargo, el gobierno la promueve. Para buscar la razón de esto, debemos recurrir al concepto marxista de ideología, cuyo papel es actuar de anestesia para mantener estables las relaciones sociales, proporcionando el mínimo consenso social necesario mediante la justificación del predominio de las clases dominantes y del poder político, como bien manifiesta Chomsky en ''10 Estrategias de Manipulación a través de los medios.'' Así, el gobierno fomenta esta clase de medidas, que hacen que los estudiantes sean incapaces de llevar a cabo valoraciones críticas, y que cada vez sepan más de menos, de manera que el gobierno no tenga que sufrir críticas ni revoluciones, para que el poder siga en manos de las clases dominantes.
Esto ya ha sido denunciado anteriormente por personas como Eduardo Galeano, en cuya colección de ensayos políticos, sociales y filosóficos escritos, Días y noches de amor y de guerra, se podía leer lo siguiente: ''Por eso la revista denunciaba un sistema de valores que sacraliza las cosas y desprecia a la gente, [...].'' Nuestro gobierno trata de cosificarnos. Nuestro gobierno ansía una sociedad en la que todos seamos simples engranajes dentro de una gran maquinaría, sin hacer nada más que cumplir nuestra función, sin capacidad para quejarnos e intentar luchar por nuestros derechos. Por eso nuestro gobierno se ha enfrascado en una guerra contra nosotros para intentar alcanzar esa sociedad. En nuestras manos está evitar que se conviertan en el bando ganador.
1: Información extraída de: http://www.pp.es/file_upload/noticias/pdf/1907-20100118171457.pdf
2: Información extraída de la página web de la
universidad de Las Palmas de Gran Canaria tal y como aparece en la misma: http://www.ulpgc.es/index.php?pagina=accesoulpgc&ver=prioridades
3: La reforma aboga por ''Una orientación adecuada de
las materias de carácter humanístico, evitando su actual empobrecimiento''.
Información extraída de: http://www.pp.es/file_upload/noticias/pdf/1907-20100118171457.pdf
Artículo también publicado aquí:
http://elcalero.com/jml/index.php?option=com_content&view=article&id=133:articulos-de-opinion&catid=48:abril-2012
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http://elcalero.com/jml/index.php?option=com_content&view=article&id=133:articulos-de-opinion&catid=48:abril-2012
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